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Hibisco (Hibiscus)

Conocida científicamente como hibiscus, el hibisco tiene unas 150 especies, pertenece a la familia Malvaceae y son propias de los climas cálidos. La localización principal del hibisco se sitúa principalmente en Asia, aunque también podemos encontrar algunas especies en los climas tropicales, templados y subtropicales de otras zonas.

Podemos encontrar distintas especies de hibisco en distintas formas: en plantas perennes, herbáceas o incluso pequeños árboles y arbustos. La disposición de las hojas es alterna y tienen forma ovada con margen lobulado. Las flores tienen gran longitud y se presentan en forma de trompeta, con 5 pétalos (de unos 4 a 15 cm). El color de las flores varía entre especies (rojos, amarillos, naranjas, blancas, etc.).

Hay que recalcar que la parte que se aprovecha de la planta es la flor. Al secarse y mezclarse con agua caliente (en forma de té), se origina un agua curativa que lleva usándose durante siglos.

Para los más curiosos que sepan que esta planta se conoce popularmente como flor de Jamaica.

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Propiedades

La planta del hibisco contiene algunas sustancias relajantes que nos permiten reducir la presión sanguínea y, como consecuencia, disminuye la hipertensión, actúa de manera positiva en la sangre al agilizar el proceso de circulación de la sangre.

Debido a los elevados niveles de ácido cítrico, vitaminas y sales minerales que tiene la flor del hibisco, se ha constatado sus poderes digestivos en el organismo. Además, gracias a las propiedades de la flor, este producto es muy adecuado para eliminar, depurar y limpiar todo tipo de toxinas del cuerpo y, como resultado, nos ayuda a reducir nuestro peso corporal. Con la eliminación de toxinas, el hibisco también depura los intestinos de cualquier parásito o microbio y consigue mantener un flujo intestinal muy bueno.

Si tienes alto el colesterol de tipo malo, al tomar hibisco puedes reducir los niveles de colesterol malo y controlar los triglicéridos. Esto es muy importante de controlar porque si se sigue acumulando colesterol en nuestro organismo, puede llegar a taponar los vasos sanguíneos y producir trombos e incluso infartos, por lo que hay que estar en alerta ante estos casos.

También se dice que el hibisco tiene poderes afrodisíacos, ya que es estimulante y aumenta el deseo sexual.

Asimismo, gracias a los ácidos que hemos mencionado anteriormente (cítrico) y al poder antioxidante de la flor hibisco, las células y tejidos se protegen de cualquier elemento perjudicial y del rápido envejecimiento que puedan sufrir.

Tiene poderes medicinales y curativos motivados por su contenido en vitamina C, por lo que la flor hibisco es una planta que nos ayuda a combatir contra catarros, enfermedades respiratorias, contagios, etc. Además, tiene poderes antimicrobianos, anticancerígenos y antibacterianos, lo que nos permite reforzar nuestras defensas de cara a posibles amenazas que sufra nuestro organismo.

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Usos

Este producto se suele encontrar sobre todo en líquidos, aunque seguro que en unos años encontramos otra forma de adquirir y consumir el hibisco.

Podemos consumir a diario cualquier bebida a la que le hayamos añadido hibisco, ya que no tiene ningún efecto secundario en nuestro organismo. Además, tampoco existe limitación alguna en cuanto a la edad: pueden disfrutar de esta bebida desde los más pequeños hasta los más mayores.

En caso de que tu cuerpo sufra calambres, se recomienda tomar entre dos y tres tazas de hibisco durante el día o una antes de acostarte, en infusión o en té, por ejemplo, con el fin de curar este problema. Las vitaminas del hibisco provocan que se eliminen los calambres y, además, el contenido en flavonoides hace que mejore la circulación sanguínea evitando cualquier tipo de contracción involuntaria de los músculos.

Para elaborar una infusión o un té de la flor de hibisco, se necesitan 3 tazas de agua (mejor si es mineral) frente a una de hibisco. Para conseguir que se mezclen ambos productos, los juntamos en un mismo recipiente y los dejamos hervir durante 10 minutos. Al transcurrir este tiempo, se deja reposar. Colamos para eliminar cualquier traza no deseada y ya tendremos lista nuestra infusión. En esta parte del proceso, podemos añadir un poco de miel para endulzarla, pero si tu objetivo es reducir peso, lo mejor es que la tomes sin miel y de manera tibia. Además, si quieres reducir tu peso corporal con hibisco, debes tomar entre 2 y 3 vasos al día de hibisco en los siguientes turnos: veinte minutos antes de desayunar, comer y cenar. Es importante que recuerdes que el primer vaso de hibisco debes tomarlo en ayunas (y no comer nada hasta pasados 30 minutos) con el zumo de medio limón.

La forma de presentación del producto es la flor seca, en tintura o el extracto que se obtiene de la flor.

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Contraindicaciones

Las contraindicaciones del hibisco son muy reducidas, dado que se trata de un producto completamente natural. A priori no presenta ninguna complicación en nuestro organismo; no obstante, existen ciertos colectivos a los que se les desaconseja que consuman hibisco.

 Cabe destacar que las contraindicaciones que a continuación mencionaremos se refieren al hibisco roro, dado que existen más de 200 tipos de hibiscos, por lo que los efectos secundarios aún están por conocer. Ante cualquier duda, es mejor acudir al médico y que determine tu caso de manera personalizada. En líneas generales el hibisco es completamente seguro si se tome en cantidades adecuadas.

En las mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o en tratamiento de fertilidad, no se les aconseja tomar hibisco por sus propiedades que activan la reducción de los niveles de estrógenos en nuestro organismo, lo que conlleva una desarrollo de la menstruación y, por tanto, se produciría un aborto de manera involuntaria.

Por otro lado, los pacientes que sufran diabetes también deberían consultar el consumo de hibisco, dado que esta planta natural puede tener cierta implicación en los niveles de glucosa en sangre y llegar a producir hipoglucemina.

Asimismo, existen ciertas personas que sufren problemas alérgicos al hibisco o a los ingredientes que lo componen (de la familia de las Malvaceae). Por tanto, para estas personas se les recomienda que detengan todo tipo de contacto con el hibisco.

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Referencias: